Tres pasos para implementar aplicaciones empresariales

Yb-z2q_7VfLnZouMgFxtvzl72eJkfbmt4t8yenImKBVvK0kTmF0xjctABnaLJIm9¿Se acuerdan cuando la tecnología era representada por una computadora (de escritorio) y un teléfono inalámbrico? Incluso en la era celular, la vida se volvió más práctica al tener la posibilidad de hacer y recibir llamadas (casi) en cualquier momento. Muchos aún recordamos la conectividad a través de un biper y en cuestiones de trabajo el radiolocalizador acercó un poco más a los colaboradores.


Por supuesto eso es historia, por no decir prehistoria. Hoy hablar de tecnología significa la posibilidad de poder controlar prácticamente la mayoría de nuestras actividades desde la palma de nuestras manos. La conectividad ahora es hiperconectividad, pues hasta las soluciones más básicas son capaces de indicarnos quién está en dónde, haciendo qué y hasta con quién o hace cuánto.
Y al margen de los usos adoptados para un consumo personal, las aplicaciones también han demostrado un fortísimo potencial para fines empresariales, al grado de que hoy se habla de proyectos 3.0, esa nueva forma de colaborar sin barreras geográficas o impedimentos de lenguaje, distancia y, por supuesto, tiempo.
A pesar de la simplicidad y practicidad de adoptar la tecnología a nuestras necesidades corporativas, los retos a la hora de suministrar aplicaciones empresariales siguen radicando en facilitar el acceso de autoservicio a las soluciones, además de la libertad para elegir los dispositivos para que los empleados estén satisfechos y sean más productivos.
En efecto, hablamos principalmente de la movilidad enfocada en la seguridad de la información y en la practicidad de la comunicación. Es por eso que cifras de Accenture estiman que el 48 por ciento de las empresas considera que combinar tecnologías digitales representa la posibilidad de crear nuevas oportunidades de negocio al tiempo que mejora la llegada al mercado de productos y servicios con mayor penetración.
En este contexto, Eduardo Marín, Sr. Systems Engineer para VMware México, considera que “la movilidad empresarial es la base de la innovación, pues otorga a las organizaciones el poder de ser más competitivas. Hoy, los negocios pueden funcionar con mayor eficacia y conectarse con los clientes en formas que antes parecían imposibles”.
Y explica que ante la proliferación de los dispositivos móviles, pocas tendencias tendrán un impacto tan fuerte en las operaciones empresariales. “Estamos ayudando a nuestros clientes a volver a delinear sus procesos empresariales y a cambiar el modo en que compiten en el mercado”.
Es así como explica tres sencillos pasos para implementar aplicaciones empresariales y sacar el máximo provecho a la movilidad, una de las tendencias con mayor penetración en los mercados digital y tecnológico.

  • Virtualización de escritorios y aplicaciones. Con una plataforma única, se trata de suministrar aplicaciones y escritorios remotos o virtuales, de tal manera que hoy la gestión no se haga desde una oficina sino desde prácticamente cualquier lugar.
  • Administración móvil. Para dar mayor certeza y seguridad a los dispositivos utilizados en la virtualización, las soluciones existentes ofrecen la gestión de aplicaciones, correos electrónicos y prácticamente cualquier intercambio de información de una forma más práctica.
  • Contenido y colaboración. Ahora sí, la interacción entre los distintos usuarios de las aplicaciones empresariales se dará con un acceso móvil y seguro a todo tipo de medios de comunicación disponibles en cada plataforma.

Sobre los dispositivos, el especialista señala que el 70 por ciento de las organizaciones de tecnologías de la información ofrece un programa de uso de dispositivos propios (BYOD, Bring Your Own Device), que incluyen gadgets tanto del consumidor como de la empresa, y también dispositivos de elección propia del usuario final de forma que no sean una computadora personal.
Así es como da paso al Internet de las Cosas, un aspecto que tendrá impacto significativo en las empresas a medida que la información se introduzca en los dispositivos dentro de un modelo de seguridad o infraestructura, pues ya sea con tabletas o teléfonos inteligentes, las empresas y consumidores pueden acercarse de manera más sencilla y eficiente, abriendo así la posibilidad de generar negocios al ofrecer productos y servicios por medio de aplicaciones móviles empresariales.
Además, para administrar con eficiencia una población de dispositivos cada vez mayor y garantizar la protección de datos corporativos, Eduardo explica que a la hora de elegir una solución para la administración de la movilidad, es fundamental seleccionar una plataforma que pueda respaldar las iniciativas actuales y futuras.
Y es que actualmente, las organizaciones se encuentran cada vez más interesadas en tener un mejor control y medición de los resultados, adopción, uso e interacción de las aplicaciones móviles aunque se siguen presentando obstáculos que impiden que se obtenga el éxito esperado.
Y debido a las expectativas crecientes de los usuarios finales, se ha aumentado la presión sobre TI para que suministre aplicaciones corporativas que sean tan fáciles de utilizar como las aplicaciones para consumidores.
Finalmente, el ejecutivo agrega que a pesar de que únicamente el 6 por ciento de las empresas no considera al móvil como una prioridad estratégica; para el resto, los obstáculos en el desarrollo de aplicaciones móviles en México se siguen presentando en el diseño a partir de la experiencia de usuario, el desarrollo para múltiples dispositivos y plataformas, y la falta de visión para aprovechar la tecnología y generar valor a la empresa, a los clientes y a los empleados.

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