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¿Se acabó el home office? Negócialo con tu jefe

En 2020, algunos trabajadores se vieron forzados a trabajar desde sus hogares, con el fin de evitar mayores contagios de COVID-19. Cámaras web, micrófonos y la posibilidad de usar shorts y playeras durante el trabajo en casa eran la constante en los cargos que lo permitían. Sin embargo, con la baja de casos de coronavirus en los últimos meses, algunas compañías ya planean el regreso a las oficinas de todos sus colaboradores.

En los primeros meses de la pandemia, las personas acostumbradas a acudir a las oficinas debieron adaptarse de forma inmediata a un nuevo esquema de trabajo, en el cual debían compaginar sus labores en casa con los requerimientos de su cargo. Cerca del 74 por ciento de empleos en nuestro país lograron migrar al trabajo a distancia, según la Facultad de Psicología de la UNAM.

Es necesario señalar que diversos puestos operativos no permitían el trabajo a distancia, como en el caso de maquiladoras o personal de mantenimiento, por citar algunos ejemplos. Mientras que ciertos cargos administrativos sí formaron parte del teletrabajo.

Tras poco más de dos años de la pandemia, algunos jefes y dueños de empresas consideran una necesidad el tener de vuelta a su equipo entero en sus cubículos. Esto podría contrastar con la visión de los colaboradores, ya que al menos 84 de los encuestados por el IPADE Business School refirieron que desean mantener un esquema de home office.

Por ello, en Livec, firma líder en administración de capital humano, ofrece algunos consejos para que los colaboradores puedan negociar con sus superiores que el trabajo a distancia es una opción viable.  

  • Aún no se elimina el riesgo de COVID-19: Si bien ya hay varias semanas con casos a la baja de coronavirus, el riesgo no es cero. De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, los empleadores deben tomar medidas que ofrezcan una mayor eficacia para eliminar riesgos en el centro de labores. En este caso, el trabajo a distancia es una opción altamente efectiva para evitar contagios de COVID-19 en la oficina.
  • Datos que apoyen la propuesta: Algunos jefes tienen la idea de que los trabajadores son más propensos a distraerse o incluso a librarse del empleo al estar todo el día en casa. Sin embargo, esto no es del todo cierto. Y para ello será necesario contar con tablas, estadísticas o cualquier otra medición que muestre que están trabajando igual, o hasta mejor, que si fueran a la oficina. Por ejemplo: un redactor de sitio web podría promediar el número de contenidos que elaboraba cuando iba a la oficina y comparar con las que escribe desde casa.
  • Sin tráfico y sin estrés: Cabe recordar que no todos los colaboradores viven a un lado de sus oficinas. Por ello, es necesario tomar en cuenta que muchos de ellos podrían recorrer grandes distancias, ya sea en transporte público o en su auto particular. Ello genera mucho estrés, al tener que pasar varias horas en los embotellamientos o en los aglomerados microbuses. Sin esta variable, los trabajadores podrán enfocarse en los objetivos de su puesto, al poder estar más descansados y relajados.
  • Le beneficia a la empresa al no rentar oficinas: Muchas veces vemos el home office como sólo un beneficio para los trabajadores. ¿Y qué hay de la empresa? También es factible que, al no tener que pagar el espacio de renta en edificios, la compañía genere un ahorro al no depender de una ubicación física para realizar sus actividades.

Estos son sólo algunos consejos a seguir en el caso de que los jefes intenten que todos sus colaboradores deban volver a las oficinas. Cabe señalar que este tipo de pláticas deben tenerse en el momento apropiado. Si el jefe va a tener una junta importante, tal vez lo mejor deba ser esperar un par de horas y averiguar qué tal le fue en la reunión, con el fin de evitar añadir estrés en la relación laboral al plantear estos temas.

Vale la pena recordar que, aunque existan puestos que demanden la presencia de los colaboradores, hay que reflexionar sobre la pertinencia de tener a algunos trabajadores desde casa, con el fin de ahorrar gastos en ciertas oficinas y reducir aglomeraciones, con lo cual se benefician a los trabajadores en sitio y a los que desean permanecer en un esquema a

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