La industria automotriz está en plena transformación con la llegada masiva de los autos eléctricos. En México, marcas como Tesla, BYD y Nissan han comenzado a expandir su presencia, pero ¿realmente estamos listos para la transición?
El problema principal sigue siendo la infraestructura de carga. Aunque CFE y empresas privadas han comenzado a instalar estaciones en ciudades clave, el crecimiento aún es insuficiente. Otro desafío es el costo de los vehículos eléctricos, que sigue siendo elevado en comparación con los modelos de combustión interna.
A pesar de esto, incentivos fiscales y programas gubernamentales están buscando acelerar la adopción. Además, el aumento en la fabricación de baterías en Norteamérica podría reducir los precios en los próximos años. Sin duda, la movilidad eléctrica es el futuro, pero México aún tiene mucho camino por recorrer.