;

Un estudio revela que en la semana laboral de 5 días, uno se pierde en la procrastinación

bored formal man watching laptop at desk
Photo by Andrea Piacquadio on Pexels.com

¿Alguna vez has sentido que el viernes llega y no has hecho todo lo que planeaste? Resulta que no estás solo. Un estudio reciente sobre la semana laboral de 4 días ha descubierto algo que muchos sospechábamos: cuando trabajamos cinco días, uno de ellos prácticamente se va en distracciones y baja productividad. Esta investigación, publicada por Fortune y respaldada por la organización sin ánimo de lucro 4 Day Week Global, nos hace cuestionar si realmente necesitamos esas 40 horas semanales frente a la computadora o si podríamos hacer lo mismo en menos tiempo.

El informe muestra que los trabajadores pueden completar sus tareas en 33 horas semanales con la misma eficiencia que en 38 horas. Las razones son variadas: desde la procrastinación hasta el agotamiento mental que nos impide rendir al máximo, pasando por la simple falta de tareas suficientes para llenar toda la jornada. Esto es especialmente cierto para quienes tienen más de un empleo y saben que el tiempo es un recurso limitado. La cuarta entrega de esta serie de investigaciones se centró en Estados Unidos y Canadá, ampliando el análisis a largo plazo con datos de empleados desde antes de comenzar la experiencia hasta 12 meses después de implementar la reducción de jornada.

Una conclusión clave es que, aunque al principio muchos se sienten estresados por compactar su trabajo en cuatro días, con el tiempo esta sensación disminuye y las personas aprenden a ser más eficientes. No solo eso, sino que también reportan mejoras en su salud física y mental, mayor satisfacción con su trabajo y una vida más equilibrada. El programa piloto de 4 Day Week Global dura seis meses, pero este estudio amplió el horizonte para mostrar que los beneficios se mantienen e incluso aumentan con el tiempo. Los días se vuelven más cortos porque la productividad se concentra, dejando espacio para el descanso y el ocio.

En un mundo donde el bienestar laboral es cada vez más importante, estos hallazgos nos invitan a reflexionar sobre cómo estructuramos nuestro tiempo. Tal vez la semana de cuatro días no sea solo una moda, sino una evolución necesaria hacia un trabajo más humano y sostenible. Después de todo, si podemos hacer lo mismo en menos horas, ¿por qué no dedicar ese tiempo extra a lo que realmente importa?