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Los Nothing Ear (3) llegaron para revolucionar el audio: mi experiencia con la sorpresa que nadie esperaba

Cuando Nothing anunció sus nuevos Ear (3), muchos esperábamos una evolución natural de los ya conocidos Ear (2). Pero la marca nos tenía preparada una sorpresa que demuestra por qué siguen siendo una de las compañías más innovadoras en el mundo del audio. Después de más de una semana probándolos intensamente, puedo decir que estos auriculares no son solo una mejora incremental: representan un cambio de mentalidad en cómo concebimos los accesorios de audio inalámbricos. Su diseño transparente característico se mantiene, pero con refinamientos que los hacen más cómodos y estéticos que nunca.

El diseño sigue siendo el punto fuerte de Nothing, con esas transparencias que nos permiten admirar el interior tecnológico. Sin embargo, la gran novedad está en el estuche de carga, que incorpora una base de aluminio ensamblada sin pegamentos ni juntas visibles. La sensación al sostenerlo es única en el mercado, pero lo realmente revolucionario es el botón TALK. Este botón activa el SuperMic, una función que utiliza los micrófonos del estuche en lugar de los de los auriculares para captar el audio durante llamadas. La diferencia es abismal: el sonido se vuelve mucho más claro y con una supresión de ruido ambiental impresionante. Aunque requiere sostener el estuche cerca de la boca, es una solución genial para reuniones importantes o ambientes ruidosos.

En cuanto al sonido, los Nothing Ear (3) no decepcionan. Con drivers de 12 mm mejorados, ofrecen un audio claro y potente, con bajos contundentes y voces bien definidas. La cancelación de ruido activa funciona bien cuando hay música reproduciéndose, aunque en silencios se nota que el aislamiento físico podría mejorar. Las almohadillas de silicona son demasiado delgadas comparadas con las de espuma que usan competidores como Sony o Huawei. En autonomía cumplen sobradamente, permitiendo jornadas extensas de uso sin problemas. Son auriculares que equilibran muy bien calidad de audio, diseño innovador y funcionalidades únicas.

Los Nothing Ear (3) demuestran que la marca ha madurado significativamente. Ya no son solo productos bonitos para entusiastas de la tecnología, sino dispositivos serios que compiten en el segmento premium. Aunque la cancelación de ruido no es la mejor del mercado, las innovaciones como el SuperMic y el estuche de aluminio justifican su precio de 179 euros. Son ideales para quienes valoran el diseño distintivo y las funcionalidades únicas, incluso si sacrifican un poco en aislamiento acústico. Nothing ha logrado crear auriculares que no solo suenan bien, sino que piensan diferente.