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Falla en suministro de gas natural provoca mega apagón en el sureste de México

marzo 25, 2025

Una falla en la central de cogeneración Nuevo Pemex generó un episodio de mala calidad del gas natural en el gasoducto Mayakán, lo que derivó en interrupciones al suministro eléctrico en los estados de Campeche, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán. Así lo informó este lunes la Comisión Federal de Electricidad (CFE) mediante un comunicado oficial, en el que detalló que el incidente se originó por un alto índice de humedad en el gas distribuido, lo que imposibilitó su uso eficiente en centrales de generación.

Este gasoducto, operado por la empresa ENGIE México desde hace más de dos décadas, es una infraestructura estratégica para el abastecimiento de gas natural en la península de Yucatán. Como respuesta al incidente, diversas plantas generadoras se vieron obligadas a utilizar combustibles alternos, mientras que la Subdirección de Generación de CFE, en coordinación con su filial CFEnergía y el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE), implementó cortes programados y rotativos de electricidad para mitigar los impactos y afectar al menor número de usuarios posible.

Hasta el momento, la CFE ha restablecido el servicio al 47% de los usuarios afectados, y continúa trabajando con Petróleos Mexicanos (PEMEX) para normalizar por completo el flujo energético en la región.

ENGIE, además de operar el ducto Mayakán, construye actualmente una nueva línea paralela como parte de un proyecto de expansión de infraestructura en el sureste. No obstante, la empresa enfrenta cuestionamientos públicos por su historial reciente de seguridad: en el estado de Tamaulipas se han documentado accidentes relacionados con su red de gasoductos que han dejado víctimas mortales y lesionados de consideración. Estas denuncias han trascendido incluso al plano internacional, siendo difundidas por medios como Le Monde, sin que hasta la fecha exista una respuesta oficial clara por parte de la compañía ni de las autoridades regulatorias mexicanas.

Este tipo de eventos ponen de relieve la vulnerabilidad de la infraestructura energética nacional, especialmente en zonas estratégicas como la península de Yucatán, así como la necesidad de establecer mecanismos más rigurosos de supervisión y mantenimiento, particularmente cuando se trata de empresas privadas que operan componentes críticos del sistema energético nacional.