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El fenómeno Brain rot: la nueva fiebre viral que conquista las redes

Si el internet es un vasto océano de creatividad, entonces las tendencias virales son sus mareas impredecibles que nos arrastran a todos. Uno de estos fenómenos emergentes es “brain rot”, que en español se traduce como podredumbre cerebral, una moda que ha llegado desde Italia y está capturando la atención de las generaciones más jóvenes. Es un mundo donde personajes ficticios nacidos de la inteligencia artificial se adueñan de las pantallas y del mercado con una rapidez asombrosa.

El brain rot no es solo una colección colorida de videos hilarantes y juguetes inusuales; es una estrategia de marketing magistral escondida detrás de un espectáculo visual caótico. Los personajes como Tralalero Tralala, un tiburón que se embarca en aventuras surrealistas con sus zapatillas deportivas, son ejemplos de la narrativa llamativa que define esta tendencia. La popularidad del brain rot se ha extendido como pólvora, alcanzando hasta plataformas de videojuegos como Roblox y Fortnite, y convirtiéndose en una parte integral del contenido consumido por los jóvenes hoy en día.

Ahora bien, ¿qué es lo que está detrás de esta obsesión? La filosofía del brain rot parece mezclar un enfoque irreverente con un subtexto inquieto, abordando temas controvertidos en sus textos en italiano. Esta corriente, impulsada por creadores anónimos y amplificada en redes sociales, no solo engancha por su extravagancia, sino que también genera un impacto tangible en el ámbito comercial. La serie italiana de cartas coleccionables y mercadería en torno a estos personajes refleja un ejemplo inquietante de cómo las empresas utilizan técnicas de persuasión como el inquebrantable “pester power” para captar al público joven y, a través de ellos, a sus padres.

Aunque para algunos el brain rot pueda parecer un simple entretenimiento pasajero, otros opinan que estas formas de contenido representan una nueva era de comercialización masiva que está diseñada para dejar una marca indeleble en nuestra conciencia colectiva. Mientras observamos cómo este fenómeno continúa evolucionando, es importante reflexionar sobre el equilibrio entre el entretenimiento y la influencia, especialmente en un mundo donde el acceso a la información y las nuevas corrientes es tan inmediato y arrasador. En última instancia, el verdadero desafío no radica en detener el brain rot, sino en entender nuestro lugar dentro de la narrativa global que construye.