Ari Aster, el director que nos regaló la escalofriante Hereditary y la perturbadora Midsommar, regresa a la pantalla grande con Eddington, una película que promete ser tan inquietante como divertida. Esta vez, Aster nos sumerge en un neowestern con toques de comedia negra, donde el sheriff Joe Cross (interpretado por Joaquin Phoenix), en un pequeño pueblo de Nuevo México, se enfrenta a la locura desatada en 2020. La pandemia, las protestas sociales, el negacionismo y la corrupción se entrelazan en un cóctel explosivo que refleja el absurdo de la situación.
La película no se limita a mostrar la paranoia colectiva, sino que la satiriza con un humor negro mordaz. Aster utiliza a su protagonista, un negacionista del COVID-19, como vehículo para criticar la ignorancia y la falta de empatía. Pero sus dardos no se quedan solo ahí: la cinta también arremete contra aquellos que aprovecharon el caos para enriquecerse a costa de los demás, así como contra la hipocresía de quienes solo cumplían las recomendaciones sanitarias por apariencia. Desde el Black Lives Matter hasta las sectas que se aprovechan de los vulnerables, Eddington nos presenta un espejo de la sociedad, exagerando sus defectos para generar risa, incomodidad, y sobre todo, reflexión. Algunos chistes son brillantes, otros no tanto, y algunos se sienten desfasados, pero aún así, hay una valentía en este enfoque satírico que es digna de admiración.
Sin embargo, Eddington no es solo una comedia ácida. Es una exploración de la naturaleza humana, vista a través del prisma del western. Aster elige este género para trazar paralelismos entre el pasado y el presente. Los ‘buenos’ y los ‘malos’, la lucha por la justicia, el caos… todo es parte de un retrato contemporáneo, donde el protagonista no es un héroe, sino un hombre patético, víctima de su propio entorno. Esto lo distingue radicalmente de series como Yellowstone, que suelen presentar personajes más complejos y moralmente ambiguos. Aquí encontramos un antihéroe en toda regla, un personaje que inspira lástima más que admiración. El reparto estelar, con nombres como Pedro Pascal, Emma Stone y Austin Butler, completa el panorama con buenas actuaciones, aunque algunas podrían haber aprovechado mejor su potencial. A pesar de algunos altibajos en el ritmo y algunas subtramas que se sienten un poco forzadas, Eddington es una película arriesgada y relevante, una mirada crítica y mordaz a la época que nos tocó vivir, que seguramente te dejará pensando bastante tiempo.
En conclusión, Eddington es una propuesta cinematográfica peculiar, que aunque no es perfecta, tiene el mérito de ser original, audaz y honesta. Ari Aster se consolida una vez más como un director con una visión única, que no teme desafiar las convenciones y que nos ofrece un espejo incómodo pero necesario de nuestra realidad. No te la pierdas si buscas una película que te hará reír, reflexionar y, quizá, sentirte un poco incómodo.
