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Hollywood en crisis: la industria del entretenimiento pierde 42,000 empleos ante nuestros ojos

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Parece que estamos presenciando el ocaso de una era dorada en el mundo del entretenimiento. Hollywood, ese gigante que durante décadas ha dominado la producción audiovisual global, atraviesa su peor crisis en mucho tiempo. Lo que antes parecía una simple fluctuación del mercado hoy se revela como una verdadera tormenta perfecta que está transformando radicalmente el paisaje creativo y económico de Los Ángeles. Las cifras son alarmantes: más de 42,000 puestos de trabajo desaparecidos en solo dos años, dejando a miles de profesionales del cine y la televisión en una situación precaria que afecta a toda la cadena productiva.

Dos factores principales han convergido para crear esta situación crítica. Por un lado, las prolongadas huelgas de guionistas y actores durante 2023 paralizaron la producción local durante meses, generando pérdidas millonarias y desalentando nuevas inversiones. Por otro lado, la transformación del modelo económico impulsada por las plataformas de streaming ha llevado a estas empresas a reducir drásticamente sus presupuestos y el número de proyectos. Plataformas que antes competían por producir el mayor contenido posible ahora priorizan la rentabilidad sobre el volumen, lo que ha significado menos oportunidades para los estudios y profesionales establecidos en California.

La situación se agrava con el éxodo de producciones hacia otros estados como Georgia y Nuevo México, atraídas por incentivos fiscales más competitivos. La ocupación de los platós en Los Ángeles ha caído a un histórico 63%, muy lejos del más del 90% que se mantenía constante entre 2016 y 2022. A esto se suma el desafío que representa la inteligencia artificial para campos tradicionales como la animación y los efectos visuales, donde la mano de obra humana enfrenta competencia creciente de soluciones automatizadas. El resultado es una contracción prolongada que amenaza la posición de Estados Unidos como líder global en producción audiovisual.

Lo que estamos presenciando no es solo una crisis temporal, sino quizás el inicio de una reconfiguración permanente de la industria del entretenimiento. El trono de Hollywood ya no está tan firme como antes, con mercados como Corea y China ganando terreno rápidamente. La globalización del entretenimiento, impulsada por el streaming, ha democratizado el acceso a audiencias globales, permitiendo que producciones de cualquier parte del mundo compitan en igualdad de condiciones. Esta crisis podría ser el punto de inflexión que marque el fin de la hegemonía absoluta de Hollywood y el surgimiento de un ecosistema audiovisual verdaderamente global y diversificado.