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Actualización de Windows 11 se complica: ¿qué opciones tenemos?

El lanzamiento de Windows 11 por parte de Microsoft ha llegado con algunos tropiezos inesperados, complicando la decisión de los usuarios sobre si deben actualizar su sistema operativo. Este desafío surge justo cuando Microsoft se acerca a poner fin al soporte de Windows 10, lo que provoca que muchos evalúen sus opciones para seguir actualizados y protegidos.

Resulta que la herramienta de creación de medios de Microsoft, utilizada para facilitar la actualización a Windows 11, ha presentado problemas significativos. Esta herramienta es esencial para crear un USB de arranque que contenga la última versión del sistema operativo. Sin embargo, debido a un error en su última actualización, lanzada el 29 de septiembre de 2025, los usuarios de Windows 10 enfrentan dificultades para utilizarla, ya que podría cerrarse de manera inesperada sin aviso previo. Este fallo se manifiesta principalmente en los dispositivos que tienen instalada la versión más reciente de Windows 10, denominada 10H2.

Microsoft ha reconocido este problema y trabaja en una solución que esperan publicar pronto a modo de parche. Mientras tanto, los usuarios tienen la posibilidad de descargar el ISO de Windows 11 directamente desde la página oficial, aunque este proceso también ha presentado algunos inconvenientes, pues no siempre permite la descarga de manera efectiva. La situación, entonces, se vuelve un rompecabezas para quienes desean mantenerse al día con las actualizaciones.

Frente a estas dificultades, los usuarios tienen dos rutas posibles: utilizar el asistente de instalación para una actualización más directa, o realizar una instalación limpia usando una herramienta como Rufus. La primera opción es más amigable para quienes no quieren complicarse reinstalando programas, pues conserva los archivos y configuraciones actuales. Sin embargo, no está exenta de problemas, ya que las configuraciones previas podrían causar conflictos. Por otro lado, una instalación limpia garantiza mejores rendimientos y estabilidad, eliminando archivos y configuraciones anteriores, aunque requiere reinstalar programas y restaurar archivos desde un respaldo.

A pesar de los tropiezos, Microsoft está comprometido en resolver estos problemas. Mientras tanto, los usuarios pueden planear su migración a Windows 11 con calma, sobre todo considerando que el soporte para Windows 10 se extiende hasta octubre de 2025, con una posible ampliación gratuita por un año más. Lo ideal es esperar a que las soluciones de Microsoft estén listas antes de lanzarse a la actualización.