;

X de Elon Musk recibe la primera multa millonaria bajo la ley de servicios digitales de la UE

En un movimiento histórico que marca un precedente en la regulación digital, la plataforma X de Elon Musk se ha convertido en la primera gran red social en recibir una multa bajo la Ley de Servicios Digitales de la Unión Europea. La Comisión Europea anunció este viernes una sanción de casi 140 millones de dólares contra la empresa, con la advertencia de que podría enfrentar pagos periódicos adicionales si no corrige las prácticas que violan la normativa. Este caso representa un momento crucial en la aplicación de las nuevas reglas europeas diseñadas para proteger a los usuarios en el entorno digital, especialmente en lo que respecta a la transparencia y la verificación de identidades en línea.

La investigación de la Comisión Europea, que comenzó en 2023, reveló que aproximadamente un tercio de la multa proviene de uno de los primeros cambios que implementó Musk tras adquirir Twitter. En noviembre de 2022, el magnate transformó radicalmente el sistema de verificación que históricamente utilizaba la plataforma, eliminando las famosas palomitas azules que identificaban a usuarios notables y reemplazándolas por un servicio de pago de aproximadamente 8 dólares mensuales. Esta decisión desencadenó inmediatamente una ola de cuentas falsas que se hacían pasar por celebridades, funcionarios públicos y marcas reconocidas, generando confusión entre los usuarios y facilitando actividades fraudulentas. A pesar del tiempo transcurrido, X continúa promocionando activamente que pagar por la palomita azul es la única forma de “verificar” una cuenta en su plataforma, una afirmación que la comisión considera engañosa.

Lo más interesante de este caso es la contradicción que señala la Comisión Europea: mientras Elon Musk justificó la compra de Twitter con el objetivo declarado de eliminar los bots y cuentas falsas, su cambio en el sistema de verificación ha hecho precisamente lo contrario, dificultando la identificación de cuentas automatizadas y actores maliciosos. Esta preocupación parece validarse con incidentes recientes, como cuando X modificó una función que accidentalmente reveló que algunos de los influencers más prominentes del movimiento MAGA operaban desde países como Ucrania, Tailandia, Nigeria y Bangladesh, regiones frecuentemente asociadas con esquemas de estafa en línea. Aunque la Ley de Servicios Digitales no obliga a las plataformas a verificar a todos sus usuarios, sí prohíbe explícitamente que afirmen falsamente que se ha realizado una verificación cuando esto no ha ocurrido, según explicó la comisión en su comunicado.

X ahora tiene un plazo de 60 días para presentar información sobre las medidas que implementará para corregir estos problemas de cumplimiento. Este caso establece un precedente importante para otras grandes plataformas digitales que operan en Europa, enviando un mensaje claro sobre la seriedad con la que la UE abordará las violaciones a su marco regulatorio digital. Más allá de los aspectos legales, esta situación nos invita a reflexionar sobre la responsabilidad que tienen las grandes empresas tecnológicas en la creación de espacios digitales seguros y transparentes, donde los usuarios puedan confiar en la autenticidad de las identidades con las que interactúan diariamente.