;

La carrera por el cosmos: el Pentágono elige a sus gigantes para misiones clave

blast burn launch light
Photo by SpaceX on Pexels.com

El espacio, ese vasto e inexplorado lienzo, no solo nos fascina por su belleza, sino que también es un escenario crucial para la seguridad nacional de muchos países. Cada año, por estas fechas, la Fuerza Espacial de EE. UU. se sienta a la mesa para repartir los contratos más codiciados: aquellos que lanzarán al espacio los satélites más importantes para la defensa del país. Recientemente, se anunciaron las asignaciones de misiones para este año y, como ya te imaginarás, hubo un claro protagonista que se llevó la mayoría de los aplausos y, por supuesto, de los lanzamientos. ¿Quieres saber quién domina este emocionante sector y qué sorpresas nos esperan en el camino hacia las estrellas?

La noticia de este año confirmó lo que muchos ya esperaban: SpaceX fue el gran ganador, adjudicándose cinco de las siete misiones más importantes puestas a concurso. Esto no es casualidad; la empresa de Elon Musk, con sus cohetes Falcon 9 y Falcon Heavy, tiene un historial probado de éxitos que le ha ganado la confianza del Comando de Sistemas Espaciales, la unidad encargada de estas asignaciones militares. Estas misiones, destinadas a la Fuerza Espacial y a la Oficina Nacional de Reconocimiento, aunque aún faltan un par de años para su despegue, representan el acceso a lo que el Coronel Eric Zarybnisky, ejecutivo del programa de Acceso Asegurado al Espacio, describe como “el punto estratégico definitivo para nuestra seguridad nacional”. La Fuerza Espacial ya había adelantado en abril que SpaceX obtendría la mayoría de los contratos en los próximos años, consolidando su posición como líder indiscutible en este segmento.

Pero la competencia es reñida, y United Launch Alliance (ULA), una empresa conjunta de Boeing y Lockheed Martin, no se quedó atrás, asegurando los dos contratos restantes. ULA, que está en proceso de reemplazar su emblemático Atlas V con el nuevo cohete Vulcan, realizó su primera misión de seguridad nacional con éxito en agosto, demostrando su capacidad para estas tareas críticas. Actualmente, SpaceX y ULA son las únicas compañías con cohetes certificados por la Fuerza Espacial para lanzar los satélites de alto valor del Pentágono. Sin embargo, no son los únicos jugadores en la cancha. Blue Origin, la compañía espacial de Jeff Bezos, también tiene un lugar en la lista de proveedores potenciales con su cohete New Glenn, pero aún necesita completar al menos un vuelo exitoso más para obtener la certificación militar para las exclusivas misiones NSSL (National Security Space Launch). Esto añade una capa de emoción y competencia al panorama, con la posibilidad de que un tercer contendiente fuerte se una a la contienda.

En resumen, la asignación de estas misiones vitales subraya la importancia de mantener un acceso confiable y seguro al espacio. La estrategia del Pentágono no solo busca la eficiencia y el menor costo, sino también la diversificación de proveedores para asegurar que, si uno de ellos enfrenta algún contratiempo, siempre haya alternativas robustas para proteger los intereses nacionales. La carrera por el cosmos está más viva que nunca, impulsada por la innovación y la necesidad constante de alcanzar nuevas alturas, literalmente. Estos contratos no son solo sobre cohetes y satélites; son sobre el futuro de nuestra seguridad y nuestra capacidad de seguir explorando las infinitas posibilidades que el espacio nos ofrece. ¡Así que a seguir mirando hacia arriba, porque el show apenas empieza!