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La batalla por la identidad: ¿cómo llamaremos a las hamburguesas vegetales en Europa?

Qué hay en un nombre? Cuando hablamos de comida, ¡parece que mucho! En el corazón de Europa, se está cocinando un debate que va más allá de las recetas y los ingredientes, para centrarse en algo tan fundamental como las palabras que usamos. Imagínate ir al súper y que tu ‘hamburguesa vegetal’ ya no se llame así. No es ciencia ficción, sino una discusión real e intensa en la Unión Europea sobre si los productos plant-based pueden seguir usando términos tradicionalmente asociados con la carne.

Pues sí, hace poco, el Parlamento Europeo dio un paso importante al respaldar una iniciativa que propone prohibir el uso de palabras como ‘hamburguesa’, ‘filete’ o ‘salchicha’ para alimentos que no contienen ni un gramo de carne. Con una votación de 355 a favor, 247 en contra y 30 abstenciones, la decisión refleja una clara división. Detrás de esta propuesta, que ha contado con el fuerte apoyo de los sectores ganadero y agrícola, está la idea de que estos términos deben reservarse exclusivamente para productos derivados del ganado. Eurodiputados como Céline Imart, de Francia, argumentan que necesitamos transparencia y claridad para el consumidor, además de reconocer el arduo trabajo de nuestros agricultores. Para ellos, un filete es algo que proviene de un animal, no de un laboratorio o un huerto, protegiendo así la identidad y el legado de la carne, y asegurando que los consumidores sepan exactamente qué están comprando.

Sin embargo, esta postura no ha sido recibida con los brazos abiertos por todos. La izquierda y los Verdes se han opuesto firmemente, y el debate ha puesto en aprietos incluso a miembros del propio Partido Popular Europeo, cuyo líder, Manfred Weber, ha señalado que quizás no sea el asunto más prioritario, confiando en la inteligencia de los consumidores. Grandes cadenas de supermercados como Aldi y Lidl, junto con otras empresas importantes del sector alimentario (Burger King, Green Force), han levantado la voz en contra, advirtiendo que este cambio legislativo va en contra de la diversidad alimentaria, debilita los derechos de los clientes y perjudica a las empresas al dificultar las decisiones informadas de los consumidores. Los términos familiares, como ‘hamburguesa’, actúan como atajos útiles en el supermercado, facilitando la elección. Este no es el primer rodeo en Europa con este tipo de debates. Ya en 2017, el Tribunal de Justicia de la UE dictaminó que solo los productos de origen animal podían usar términos lácteos como ‘leche’ o ‘yogur’ para sus versiones vegetales, creando un precedente. Aunque la idea de llamar a una hamburguesa vegetal un ‘disco de verduras’ no prosperó hace años, los defensores de restringir los nombres nunca han tirado la toalla y ahora han logrado una victoria importante, aunque todavía no definitiva.

Entonces, ¿qué sigue en esta novela culinaria-legislativa? Que el Parlamento Europeo haya dado su visto bueno no significa que las ‘hamburguesas vegetales’ vayan a desaparecer de un día para otro. La propuesta aún necesita el aval de la Comisión Europea y de los gobiernos de los 27 países miembros, lo que promete más discusiones. Pero más allá de los despachos y las votaciones, parece que la gente de a pie tiene una perspectiva más práctica. Una encuesta de la Organización Europea de Consumidores (BEUC) reveló que lo que realmente importa a la mayoría de los usuarios es la claridad en el etiquetado. Casi el 70% entiende perfectamente estos nombres siempre y cuando el producto esté claramente indicado como vegano o vegetariano. Al final del día, quizás la clave no esté tanto en prohibir palabras, sino en asegurar que la información sea clara y sencilla para todos. ¿Tú qué piensas? ¿Deberían las ‘hamburguesas’ ser solo de carne, o un nombre es solo eso, un nombre, siempre que el empaque sea transparente?