;

Google revela el consumo real de energía y agua de su IA: las cifras sorprenden a todos

iphone smartphone app i os
Photo by Brett Jordan on Pexels.com

En el mundo de la inteligencia artificial, siempre ha existido la preocupación sobre el enorme consumo energético que requieren estos sistemas. Muchos especulaban con cifras alarmantes, pero Google finalmente ha decidido poner las cartas sobre la mesa con un informe detallado que revela el consumo real de su IA Gemini. Los resultados son mucho más modestos de lo que se creía, demostrando que la tecnología avanza hacia una mayor eficiencia energética.

Según el informe técnico de Google basado en datos de mayo de 2025, una consulta promedio de texto a Gemini consume apenas 0,24 vatios-hora de electricidad. Para ponerlo en perspectiva, esto equivale a ver solo nueve segundos de televisión con un modelo convencional de 100 W. En cuanto al consumo de agua necesario para refrigerar los servidores, cada consulta utiliza 0,26 mililitros, aproximadamente cinco gotas de agua. La huella de carbono del proceso completo de inferencia es de solo 0,03 gramos de CO₂ equivalente. Estas cifras contrastan radicalmente con las estimaciones anteriores de analistas externos, que calculaban consumos diez veces mayores.

Lo más interesante es comparar estos números con otras tecnologías que usamos diariamente. Sam Altman, CEO de OpenAI, también compartió que una consulta promedio a ChatGPT consume alrededor de 0,34 Wh de energía y 0,3 ml de agua. Ambas compañías coinciden en que una hora de Netflix consume cien veces más electricidad que sus sistemas de IA. Los avances en técnicas de software como la decodificación especulativa y arquitecturas más eficientes como Mixture-of-Experts, junto con mejoras en hardware especializado como TPUs y GPUs desarrolladas internamente por Google, han permitido estos impresionantes saltos en eficiencia energética.

Estos datos nos invitan a reflexionar sobre cómo la tecnología avanza no solo en capacidades sino también en sostenibilidad. Mientras que el proceso de entrenamiento de los modelos sigue siendo intensivo en recursos, la fase de inferencia donde interactuamos directamente con la IA muestra mejoras exponenciales. Google reporta que en los últimos doce meses ha reducido el consumo energético por consulta 33 veces y la huella de carbono 44 veces. Este progreso demuestra que la innovación tecnológica y la responsabilidad ambiental pueden ir de la mano, abriendo un futuro prometedor donde la inteligencia artificial sea tanto poderosa como sostenible.