Seguro has visto en programas de televisión, series y redes sociales cómo chefs y concursantes crean obras de arte culinarias que parecen salidas de otro mundo, como si tuvieran efectos especiales. Estas presentaciones espectaculares pertenecen a la gastronomía molecular, una disciplina que fusiona la ciencia y el arte culinario, revolucionando la forma en que entendemos y practicamos la cocina. Aquí, la famosa frase “Cocinar es un arte” cobra un nuevo significado.
Un enfoque científico en la cocina
Este campo se dedica a estudiar los procesos físicos y químicos que ocurren al preparar alimentos, permitiendo innovar tanto en la presentación como en las propiedades organolépticas (sabores, aromas, texturas y colores) de cada ingrediente.
La expresión “Gastronomía Molecular” fue acuñada por los científicos Hervé This y Nicholas Kurti alrededor de 1988. Su objetivo es analizar y comprender los fenómenos culinarios desde una perspectiva científica. En lugar de limitarse a recetas y técnicas tradicionales, esta rama de la gastronomía utiliza principios y estudios físicos y químicos para optimizar sabores, aromas, texturas y colores, buscando siempre una experiencia multisensorial satisfactoria para el comensal.
Sin duda, es un arte, pues con todas las técnicas siempre existe innovación en la creación y presentación de platillos. Esto se logra optimizando los procesos culinarios, comprendiendo los principios científicos, lo que permite mejorar la calidad de los alimentos y reducir el desperdicio.
Vínculo con la nutrición y el futuro gastronómico
Como nutrióloga, debo señalar que la gastronomía molecular también tiene un fuerte vínculo con la nutrición. Esta disciplina integra ingredientes como los alimentos funcionales, que tienen propiedades nutricionales específicas para mejorar la alimentación sin comprometer la experiencia culinaria.
Al comprender los componentes moleculares de los alimentos, es posible diseñar platillos que sean tanto saludables como atractivos. La gastronomía molecular sigue evolucionando y su futuro es prometedor, gracias a los avances científicos y tecnológicos. Las investigaciones actuales se centran en usar la inteligencia artificial para analizar combinaciones de sabores y predecir nuevas recetas. Además, el uso de impresoras 3D en la cocina ha abierto nuevas posibilidades en diseño y personalización de alimentos.
Como bien dijo Theodore Zeldin: “La gastronomía es el arte de usar los alimentos para crear felicidad”.
