Descubra Candás, el excepcional destino asturiano que conserva con orgullo sus tradiciones centenarias. Alejándose de las luces brillantes de Cudillero, Candás se erige como una villa marinera y medieval que ha evolucionado desde sus orígenes como puerto ballenero del siglo XIII hasta convertirse en un enclave lleno de vida y encanto pesquero.
Al pasear por su casco histórico, los visitantes pueden maravillarse con ejemplares únicos de arquitectura indiana, herencia de emigrantes que retornaron de América. No se pierda las imponentes edificaciones como el Palacio Rivas, el Teatro Prendes, o la Casa Genarín, actual sede del Ayuntamiento.
Entre las colinas, la iglesia de San Félix se alza capaz a lo colina, conocida por su impresionante retablo churrigueresco del siglo XVIII. De igual interés es la antigua ermita de San Antonio. Situada originalmente al borde del acantilado, fue reubicada ingeniosamente en 2011 para protegerla de un potencial colapso en el mar. A unos metros, el icónico faro de San Antonio, en funcionamiento desde 1917, ofrece vistas panorámicas insuperables del Cantábrico y las formaciones rocosas de la costa.
El ambiente de Candás encanta durante todo el año. Los inviernos brindan un aire melancólico y acogedor, típico de los pueblos asturianos costeros, mientras que los veranos aprovechan al máximo su dorada playa y tranquila zona de baño, ideal para todas las edades.
No olvide disfrutar del paseo marítimo y visitar lugares culturales distintivos como el Parque de les Conserveres, que resalta la importancia de la industria conservera, y el Museo Antón, homenaje a un talentoso artista local cuyas obras se exhiben al aire libre.
Para culminar su visita, deléitese con un auténtico banquete de mariscos o experimente la famosa fabada del restaurante Casa Gerardo, galardonado con una estrella Michelín.
