Sin duda México es uno de los mercados en los que el retraso educativo esta patente en la mayoría de las escuelas públicas. Programas para modernizar las escuelas van y vienen mientras que los presupuestos de educación quedan perdidos entre los sindicatos de maestros que toman la educación de los niños como rehén para lograr mayores prebendas, a costa del retaso educativo de nuestra sociedad.
Ante este panorama surgen ideas como las desarrolladas por el Instituto Tecnológico de Massachusetts con las cuales se pretende encaminar a los pequeños desde kinder y primaria por el gusto a desarrollar “programas de software” mediante la creación de sencillos juegos o aplicaciones. Esta iniciativa sin duda es viable en nuestro país pero debe ir de la mano de otras acciones.
Con otras acciones nos referimos al equipamiento de aulas o establecimiento de laboratorios de cómputo en las escuelas primarias de gobierno. Ya que en la moría de escuelas de paga ya cuentan con estos, lo que representa una ventaja educativa a los niños que afortunadamente pueden acudir a centros privados de educación.
¿Pero qué se necesita para estimular esta parte de la educación o de los primeros pasos en programación entre los niños? La idea del Lifelong Kindergarten Group del MIT Media Lab se basa en usar Scratch, un lenguaje de programación creado por ellos con el que se pueden recrear escenarios no complicados e incluso configurar un videojuego sencillo. El objetivo se basa en facilitar lo que en teoría sería complicado, y no existe una edad mejor de hacerlo que cuando el cerebro de los niños se encuentra al 100 por ciento de su capacidad de absorción de conocimientos.
Pero esto no debe detenerse ahí en las escuelas, – ya que la escasez de computadoras personales lo hace dificil – la iniciativa debe extenderse a los centros de entretenimiento y a los mismos hogares, lo que facilitaría este aprendizaje para programar, esta fue la idea del MIT cuando diseñó Scratch.
El funcionamiento de este lenguaje de programación adaptado es realmente sencillo, pues se basa en aprender a programar como si estuviéramos jugando con piezas de LEGO. De este modo, de manera divertida y hasta entretenida, los niños pueden ir agrupando bloques gráficos con distintas opciones como sonidos, movimientos, disfraces, diálogos, sin tener que recurrir a sintaxis o puntuación que utilizan comúnmente los lenguajes de programación.
De este modo, Scratch puede ser de gran ayuda en la formación de nuestros “responsables de TI” del futuro y no solo eso, puede proveerles de largos periodos de entretenimiento – que a diferencia de la televisión – les proporcionará un desarrollo de otras habilidades cognitivas, además de las bases del pensamiento lógico en la consecución de metas.
Como dice el refrán “el buen juez, por su casa empieza”. Sin duda las próximas vacaciones de verano que se acercan pueden ser una muy buena opción para que parte del tiempo libre que tienen los niños, puedan tener un buen entretenimiento con iniciativas como las desarrolladas por el MIT
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