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El misterio del esperma masculino y sus mutaciones ocultas

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Es bien sabido que con la edad nuestro cuerpo experimenta diversos cambios, pero pocos imaginan que estos incluyen transformaciones a nivel genético en un aspecto tan fundamental como el esperma masculino. Un reciente estudio sorprendente revela que los espermatozoides de los hombres mayores tienden a acumular más mutaciones genéticas, y esto podría tener implicaciones importantes para sus descendientes.

Investigadores del Instituto Sanger y el King’s College de Londres han estado a la vanguardia de este hallazgo. Al secuenciar muestras de semen de hombres de entre 24 y 75 años utilizando la avanzada técnica NanoSeq, el equipo descubrió que la línea de células germinales masculinas no solo acumula mutaciones, sino que también está sujeta a un fenómeno de selección positiva. Es decir, algunas mutaciones no solo sobreviven, sino que prosperan, porque pueden otorgar una ventaja a las células productoras de espermatozoides, y no todas esas ventajas son necesariamente positivas al pensar en la salud de los hijos.

El estudio encontró que alrededor del 3 al 5% del esperma de hombres de edad media a avanzada podría llevar mutaciones potencialmente peligrosas. Este porcentaje es significativo y plantea importantes debates sobre temas como la planificación familiar y las consultas genéticas. Hasta los 30 años, un hombre tiene alrededor del 2% de mutaciones potencialmente perjudiciales, que saltan hasta un 4.5% cuando el hombre llega a los 70 años. Este análisis arroja luz sobre el hecho de que el aspecto genético del envejecimiento en los hombres puede tener efectos indirectos que rara vez se consideraban.

Sin embargo, a pesar de la presencia de mutaciones, no todas se heredan ni llevan a una enfermedad. La naturaleza tiene mecanismos propios que podrían evitar estas transmisiones: desde no permitir la fertilización hasta causar pérdida embrionaria. Esto ofrece una cierta tranquilidad, aunque también nos recuerda que la genética paterna es más compleja de lo que se había pensado. Queda la pregunta abierta sobre cómo se deben interpretar estos resultados en la vida diaria y qué precauciones deben tomarse para gestionar estos riesgos.

Así, este estudio nos recuerda que el reloj biológico masculino también importa y nos invita a reflexionar sobre cómo la edad del padre puede influir en la salud genética de las futuras generaciones. Una vez más, la ciencia nos ilumina sobre aspectos menos obvios de nuestra biología y nos llama a ser conscientes del impacto de nuestras decisiones personales a lo largo del tiempo.