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El inesperado legado musical de Einstein: el violín que cautivó el mundo

brown string guitar
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Albert Einstein, el genio detrás de la teoría de la relatividad, nos dejó un legado más allá de sus ecuaciones: su pasión por la música. Aunque no todos lo saben, Einstein tocaba el violín desde pequeño, un amor inculcado por su madre que se consolidó cuando descubrió a Mozart. Este afecto por el violín no sólo se tradujo en horas de disfrute personal, sino que, décadas después, ha capturado la atención del mundo en una subasta inesperada. Uno de los violines que pertenecieron al célebre físico ha roto récords al venderse por un millón de euros.

A lo largo de su vida, Einstein poseyó varios violines, todos ellos cariñosamente apodados “Lina”. Sin embargo, el que recientemente alcanzó la exorbitante suma en la subasta fue especial por varias razones. Fabricado por el lutier alemán Anton Zunterer en 1894, se cree que fue el primer violín que Einstein adquirió a los 15 años. Este instrumento estuvo presente durante los años más fértiles de su carrera, incluso cuando desarrollaba la famosa teoría de la relatividad. La autenticación del violín no fue tarea fácil, pero tras una exhaustiva investigación que incluyó revisión de correspondencia y documentos históricos, los expertos afirmaron con confianza su autenticidad.

El violín de Einstein fue más que un simple instrumento musical; fue un compañero de vida. En 1932, ante la amenaza del nazismo, Einstein decidió huir de Alemania y dejó el violín en manos de su buen amigo, el físico Max von Laue. Este, a su vez, lo obsequió a Margarete Hommrich en 1952. Durante siete décadas, el violín fue guardado como un tesoro familiar hasta que la tataranieta de Margarete tomó la decisión de ponerlo al alcance del mundo a través de una subasta. La cifra alcanzada no sólo refleja el valor histórico del instrumento, sino también la relevancia cultural y emocional que tuvo para Einstein.

Al reflexionar sobre este fascinante episodio, queda claro que el violín de Einstein representa una harmonía entre ciencia y arte. No es solo una pieza de colección, sino un recordatorio del balance que el gran físico encontró entre sus teorías revolucionarias y la música que tanto amó. La venta de este violín no solo resalta la fascinación mundial por Einstein, sino también la importancia de valorar todas las facetas de los grandes genios de la historia.