;

El futuro de los videojuegos: cuando menos es más

person holding black game controller
Photo by Fatih Ekmekçibaşı on Pexels.com

El mundo de los videojuegos se encuentra en un punto interesante donde los impresionantes gráficos que solían dejarnos boquiabiertos ya no tienen el mismo impacto. Las mejoras visuales han llegado a un punto que podríamos llamar ‘techo’, haciendo que los saltos generacionales entre nuevas consolas sean cada vez menos emocionantes. Esta percepción es compartida por Shawn Layden, el exjefe de PlayStation, quien recientemente compartió una reflexión sobre hacia dónde debería dirigirse la industria del gaming.

Layden sugiere que, en lugar de continuar empujando los límites de la tecnología gráfica, la industria debería enfocarse en hacer que el hardware sea más accesible, tanto en costo como en simplicidad. Esta estrategia no solo podría abrir las puertas a una mayor variedad de fabricantes, sino que también fomentaría una competencia más saludable en precio y formato. Al final del día, lo que muchos jugadores buscan es disponibilidad y comodidad, más que los gráficos de última generación. Layden se pregunta si realmente los jugadores pueden notar la diferencia entre, digamos, 90 y 120 frames por segundo, y si vale la pena los altos costos involucrados.

En sus declaraciones, Layden también menciona la importancia de los juegos AA. Estos juegos, con costos de producción más bajos y tiempos de juego más manejables, podrían ser la respuesta a las crecientes expectativas de los consumidores. Un ejemplo es ‘Clair Obscur: Expedition 33’, que muestra cómo los juegos más pequeños pueden ofrecer experiencias ricas sin la carga de los costos astronómicos asociados a las producciones AAA. Además, Layden comenta que el costo de los videojuegos debería haber aumentado conforme avanzaban las generaciones, algo que podría ayudar a equilibrar las expectativas económicas de los desarrolladores y los jugadores.

En conclusión, podríamos estar ante un cambio de paradigma en la manera de concebir la evolución del mundo gaming. Reducir la complejidad del hardware y ampliar la participación de diferentes fabricantes, así como la promoción de los juegos AA, podría ser el camino a seguir. Esto abriría la puerta para que el gaming sea más inclusivo y sostenible como industria. Mientras tanto, tal vez sea hora de replantearnos qué es lo que realmente valoramos cuando encendemos nuestra consola para disfrutar de un buen juego.