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El fin de la fiebre del oro digital: ¿qué pasa con las empresas ‘cripto-tesoro’?

a black piggy bank in the middle of coins
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El mundo de las criptomonedas ha sido un torbellino de emociones, pero la fiesta parece estar terminando para algunas empresas que apostaron fuerte por ellas. Lo que antes era una estrategia apantallante, ahora se está volviendo un dolor de cabeza. Las compañías famosas por acumular grandes cantidades de criptoactivos, conocidas como “cripto-tesoro”, están soltando sus reservas para intentar salvar sus cotizaciones en bolsa. Este movimiento marca un punto de inflexión en el sector.

Imaginen el escenario: la fiebre por los “tesoros de activos digitales” llevó a muchas empresas a cambiar su modelo de negocio. La idea era sencilla: recaudar dinero, ya sea con deuda o vendiendo acciones, para comprar Bitcoin u otras criptomonedas. Mientras el precio de estas subía como la espuma, el valor de la empresa también lo hacía, creando un círculo virtuoso. Michael Saylor, líder de MicroStrategy y la empresa con más Bitcoin corporativo del mundo, fue el estandarte. Su estrategia de “tesoro de Bitcoin” catapultó el precio de sus acciones, inspirando a un montón de imitadores en diversos sectores. Las compras masivas de estas empresas fueron un factor clave para que Bitcoin alcanzara récords históricos.

Sin embargo, el panorama ha cambiado drásticamente. En los últimos tres meses, las acciones de MicroStrategy se desplomaron un 50%, arrastrando consigo a muchas de sus “copias”. Datos de The Block revelan que unos 77 mil millones de dólares se han evaporado del valor de mercado de estas compañías desde julio. El problema es que el precio de las criptomonedas ha caído en picada, y ahora, el valor de las empresas es inferior al de los Bitcoin que poseen. “Se avecina una ‘venta de liquidación’ en estas empresas; la situación va a empeorar”, advirtió Adam Morgan McCarthy, analista de Kaiko. Lo describió como un “círculo vicioso”: “tan pronto como los precios empiezan a caer, es una carrera hacia el fondo”. La estrategia, que dependía de un crecimiento constante, ahora se desmorona. Empresas como Metaplanet de Japón vieron sus acciones caer un 80%, y The Smarter Web Company del Reino Unido un 44%. Incluso han recurrido a préstamos respaldados por sus criptomonedas para recomprar sus propias acciones.

Esta situación nos deja pensando sobre la sostenibilidad de un modelo de negocio que se basaba en la premisa de que “siempre subirán”. La euforia de las criptomonedas como activos especulativos ha recibido un golpe contundente este otoño. La pregunta clave es: ¿seguiremos viendo a estas empresas “cripto-tesoro” o es el fin de una era? Lo que es seguro es que el mercado de las criptomonedas sigue siendo un terreno volátil. La lección aquí es que ni los tesoros digitales más relucientes están exentos de los vaivenes del mercado. Será interesante ver cómo se reacomodan las piezas en este emocionante y, a veces brutal, juego financiero.