En los últimos 20 años, las redes sociales han transformado la manera en que interactuamos en línea. Empresas como Meta, dueña de Facebook e Instagram, han dominado el panorama digital, pero algo está cambiando. Ya no usamos estas plataformas principalmente para conectar con amigos, sino para consumir contenido, a menudo sin relación directa con nuestras vidas personales. Meta revela que solo el 7% del tiempo en Instagram y el 17% en Facebook se dedica a contenido de amigos, una tendencia que sigue en descenso.
El auge de TikTok ha marcado un punto de inflexión, llevando a Meta a adaptar sus plataformas hacia el consumo de videos cortos y contenido algorítmico. Adam Mosseri, CEO de Instagram, admitió que TikTok es la competencia más feroz que han enfrentado, impactando significativamente el tiempo que los usuarios pasan en Instagram. Esto ha llevado a la introducción de Reels y otras características similares, en un intento por competir. Sin embargo, esto también ha alejado a las redes sociales de su propósito original de conexión personal, hacia un modelo más centrado en el entretenimiento y el consumo pasivo.
Mientras tanto, la conversación privada y los grupos pequeños han migrado a plataformas como WhatsApp, Telegram y Discord, donde la interacción es más íntima y menos pública. Este cambio refleja una búsqueda de autenticidad y privacidad en un entorno digital cada vez más saturado de contenido impersonal. La teoría del ‘Internet vacío’ sugiere que gran parte del contenido en línea es generado por bots o algoritmos, lo que plantea preguntas sobre el futuro de las redes sociales y nuestra conexión genuina en ellas. ¿Estamos perdiendo la esencia de lo que alguna vez hizo especiales a estas plataformas?