Duolingo, la popular plataforma para aprender idiomas, ha enfrentado momentos complicados en el mercado bursátil. A principios de junio, sus acciones se cotizaban cerca de los 525 dólares, pero han caído a 325 dólares, marcando una significativa disminución del 38%. Pero, ¿qué ha causado este descenso? Todo indica que la inteligencia artificial (IA) podría estar compitiendo por cambiar las reglas del juego.
A inicios de año, Luis von Ahn, CEO de Duolingo, generó controversia al mencionar que la IA generativa comenzaría a sustituir a parte de su personal externo. El anuncio, inicialmente prometedor, elevó las acciones de Duolingo de 400 a 530 dólares en unos cuantos días. Sin embargo, la incertidumbre sobre el verdadero impacto de la IA ha llevado a una reducción en el optimismo de los inversores. Aunque las cifras financieras recientes de Duolingo mostraban un modelo de negocio sólido, la sombra de una revolución en el aprendizaje permanece.
Recientemente, OpenAI presentó GPT-5, causando revuelo con su capacidad para crear aplicaciones personalizadas para aprender idiomas en minutos. En una demo, se demostró la facilidad con la que un usuario podía comenzar a aprender francés sin costo alguno, compitiendo directamente con Duolingo. Esta potente herramienta ha puesto en duda el enfoque de gamificación que distingue a Duolingo, el cual, a pesar de ser atractivo y entretenido, ha recibido críticas por priorizar la experiencia de juego sobre el aprendizaje real.
El rápido crecimiento de la IA y su potencial como maestro individual en diversos campos plantea un futuro incierto para plataformas como Duolingo. Mientras las empresas que apuestan por la IA continúan al alza, el verdadero impacto de estas tecnologías está aún por verse. Este fenómeno nos invita a reflexionar sobre el equilibrio entre la innovación tecnológica y la búsqueda de calidad educativa. Duolingo, como muchas otras empresas, deberá adaptarse a este paisaje cambiante, donde las lecciones del futuro podrían estar al alcance de un simple prompt.