Ciudad de México, abril 2016.- La ola de datos y vehículos conectados se ha convertido en un pilar para el cambio en la industria automotriz. Las armadoras, como cualquier otra compañía, buscan reducir los costos de los centros de datos; esta tendencia continuará y para ello existen soluciones que permiten poner en marcha nubes privadas en sólo días, con costos accesibles y sin riesgo de diseñar una compleja implementación.
¿Alguna vez ha pensado en dónde se aloja la información que su automóvil genera? Desde los datos sobre el tráfico –en tiempo real-, lugares a nuestro alrededor, clima, conexiones con el distribuidor para realizar los servicios, etc.; todo vive en una tela de datos que permite conectar a las marcas automotrices y sus nubes privadas con proveedores externos que almacenan toda esta información.
La saturación de datos impacta de manera especial a la industria, desde que se inician los bocetos de unidades con programas de diseño y equipo avanzados, posteriormente cuando se realizan completamente en 3D y hasta que se realizan los montajes digitales, mismos que deben ser accedidos a velocidades muy altas. Otra fuente importante de exceso de datos son los actuales vehículos autónomos, que tan sólo dos unidades, en un lapso de tres meses, logran juntar en la nube 4.5 petabytes de datos. Dicha cifra es casi un tercio de lo que las compañías automotrices generaron en los últimos 20 años.
Recordemos que casi todos los vehículos que se venden actualmente cuentan con alternativas de conectividad en tiempo real. En Alemania, por ejemplo, los vehículos Audi y Volkswagen están conectados a la red de Vodafone. Cada unidad informa por la red de telefonía cómo se está conduciendo, la ubicación y un sinfín de contenido sobre el funcionamiento del vehículo. Vodafone utiliza análisis de grandes volúmenes de datos para extraer valor a partir de esta información y lo proporciona a ambas armadoras. Audi y Volkswagen, posteriormente utilizan los datos para calcular los intervalos de servicio, si se necesitan nuevos neumáticos, frenos y así sucesivamente. Las empresas de automóviles están empezando a obtener beneficios económicos de la información que sale de los vehículos; industrias enteras están empezando a ver este cambio de generación de ingresos de los productos que venden y monetizando la información que llega desde los productos que están circulando.
Ahora las soluciones pueden incluso monitorear en tiempo real los signos vitales de los conductores, con el fin de reducir la probabilidad de que los conductores se queden dormidos al volante. Las ideas de negocio que se pueden derivar de estos grandes volúmenes de datos tienen el potencial de abrir nuevas oportunidades para los fabricantes de automóviles, compañías de seguros, empresas de arrendamiento, servicios de emergencia y otras partes interesadas en la industria automotriz. En un futuro no muy lejano, la conectividad podrá permitir realizar compras desde el auto o se podrá enviar publicidad dirigida, incluyendo incentivos y descuentos si un conductor se detiene para recargar gasolina.
La tela de datos es la visión que tenemos en NetApp para el futuro de la gestión de datos. Las empresas, del sector automotriz y en general, que busquen administrar sin problemas sus datos, pueden echar mano de la nube híbrida y mover sus activos donde más lo necesitan, siempre manteniendo una innovación y tomando las decisiones más adecuadas para sacar el mayor provecho de sus organizaciones.
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