La semana pasada OpenAI lanzó Atlas, su nuevo navegador potenciado con inteligencia artificial, y como buen entusiasta de la tecnología no pude resistir la tentación de probarlo como mi navegador principal. Después de cinco días de uso intensivo, tengo que ser honesto: aunque la idea es fascinante, este Atlas todavía no está listo para destronar a Google Chrome como rey de los navegadores. La experiencia me dejó con sentimientos encontrados, pues mientras algunas funciones de IA son realmente útiles, otras simplemente no cumplen con las expectativas que genera el nombre de ChatGPT detrás del proyecto.
Lo primero que llama la atención al abrir Atlas es su familiaridad visual, pues está construido sobre Chromium, el mismo motor que usa Chrome. Esta base común permite usar todas las extensiones de Chrome sin problemas, lo cual es una ventaja enorme. La interfaz es extremadamente minimalista, con solo cinco pestañas en la barra de búsqueda: Inicio, Búsqueda, Imágenes, Vídeos y Noticias. Este diseño limpio se mantiene incluso cuando la IA está trabajando, a diferencia de Perplexity que muestra todo su proceso de pensamiento. Sin embargo, esta simplicidad tiene su costo: para acceder a opciones importantes como el control de datos hay que explorar concienzudamente la barra superior, lo que no resulta muy intuitivo.
Donde Atlas realmente brilla es en tareas reactivas como resumir artículos, traducir contenido o extraer fuentes de páginas web. La experiencia se siente como tener una extensión de ChatGPT funcionando en un lateral del navegador, lista para ayudar cuando la necesitas. Por ejemplo, al ver un video de YouTube puedes pedirle que te lo resuma sin tener que verlo completo, algo que resulta muy práctico. Pero cuando probé funciones más proactivas, como planificar un viaje a Barcelona o ayudarme a comprar unas Birkenstock específicas en Amazon, los resultados fueron decepcionantes. La información proporcionada era correcta pero incompleta, y en el caso de las compras, ni siquiera entendió que estaba en Amazon buscando ese producto específico.
En comparación con otros navegadores con IA como Comet de Perplexity o Edge con Copilot, Atlas se siente menos maduro. Comet es más rápido, conciso y entiende mejor el contexto, además de ofrecer más opciones como la navegación en pantalla dividida. Aunque Atlas tiene potencial y seguramente mejorará con actualizaciones, por ahora no es mi primera opción para una experiencia de navegación inteligente. OpenAI cumplió con lanzar su navegador, pero las prisas se notan: mientras ChatGPT marca el estándar en calidad de IA, Atlas todavía tiene mucho camino por recorrer para estar a la altura.

