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BYD y su impresionante circuito: del desierto al agua en China

En el vasto mundo de la innovación automotriz, BYD ha dado un golpe de autoridad al inaugurar su deslumbrante circuito de pruebas en Zhengzhou, China. Este espacio no es solo un lugar para probar vehículos; es una manifestación tangible de lo que esta marca está dispuesta a ofrecer al mundo. Desde subirse a impresionantes dunas de arena hasta navegar como si fuera un bote, el gimnasio automovilístico de BYD desafía las expectativas convencionales.

El punto más destacado del circuito es, sin duda, la duna artificial de 29 metros construida dentro del complejo. Creada con más de seis mil toneladas de arena del desierto de Alxa, su majestuosidad ha sido reconocida por el Guinness World Records como la más grande bajo techo en todo el mundo. Al volante del YangWang U8, un SUV de lujo con cuatro motores eléctricos, un piloto experto subió esta monumento de arena con sorprendente facilidad. Con un simple bocinazo como señal de partida, el vehículo ascendió sin titubear, destacando la estabilidad y el poder bajo el capó de este modelo. No obstante, la adrenalina continuó en la piscina de vadeo, donde el U8 demostró ser más que un SUV promedio. Equipado para enfrentar inundaciones, el vehículo navegó como una embarcación, reafirmando su capacidad para sobresalir en situaciones extremas.

Después de estos emocionantes desafíos, la aventura se trasladó al Off-Road Park dentro del complejo. Aquí, el Denza B5, otro de los modelos estrella de BYD, reveló su destreza en terrenos difíciles, una competencia directa para cualquier vehículo todoterreno de renombre mundial. Este vehículo promete redefinir el juego, ofreciendo eficiencia eléctrica sin sacrificar versatilidad. El Denza Z9 GT, por otro lado, hipnotizó con su tecnología capaz de realizar maniobras como el “crab walk”, moviéndose lateralmente como si desafiara las leyes de la física. Por último, dejamos que el Yangwang U9 nos llevara a otra dimensión en el Dynamic Paddock, demostrándonos su potencial bruto con una mezcla de curvas cerradas y velocidad controlada.

En resumen, lo que BYD ofrece en su exclusivo circuito es más que una simple muestra de vehículos de última generación. Es un vistazo al futuro de la tecnología automotriz, una invitación al resto del mundo a tomar nota y admirar cómo la innovación no conoce fronteras. Zhengzhou no es solo un lugar en el mapa; es el epicentro de un cambio de paradigma que BYD está liderando con fuerza y visión.