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La crisis del dátil que sacude al norte de África

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La frontera cerrada desde 1994 entre Marruecos y Argelia ha vuelto a poner en jaque a la economía regional, pero esta vez, el inesperado protagonista es el dátil. A principios de octubre de 2025, el mercado internacional de este dulce fruto se paralizó, ocasionando una crisis que pocos vieron venir. Todo comenzó con un malentendido y un conflicto diplomático de larga data entre dos vecinos del norte de África, que está golpeando el comercio internacional de esta pequeña pero vital pieza gastronómica.

El conflicto tiene sus raíces en un problema de trazabilidad. Los productores marroquíes señalaron que los dátiles tunecinos son, en realidad, de Argelia, una acusación que se asocia a los históricos problemas fronterizos en el Magreb. Aunque Túnez sigue siendo un jugador importante en la exportación de dátiles, la tensión con Marruecos es palpable. La situación cobra mayor relevancia debido a que Marruecos es uno de los mayores importadores de este fruto en el mundo. De confirmarse estas acusaciones, los dátiles tunecinos podrían desaparecer del mercado marroquí, forzando una reestructuración global de los flujos comerciales de dátiles.

En el escenario internacional, factores adicionales agravan el conflicto. El tercer lugar en el comercio mundial de dátiles lo ocupa Israel, cuya situación geopolítica también genera incertidumbre sobre su capacidad de exportación. En medio de este enredo de intereses comerciales y tensiones políticas, interviene el escenario diplomático: Estados Unidos, bajo el impulso del presidente Trump de resolver conflictos globales, ha desplegado a enviados especiales para intentar aplacar la disputa. Un acuerdo sobre el Sahara Occidental podría ser posible, pero la situación sigue siendo volátil, reflejando un delicado equilibrio en el Mediterráneo.

La cuestión del dátil va más allá de un simple fruto dulce; es una ventana a las complejidades políticas de una región en la que cada movimiento tiene amplias repercusiones. Estamos ante una paradoja del mundo moderno, donde incluso lo más pequeño tiene el poder de alterar el juego. Queda por ver cómo se desenvolverá este acto en el escenario internacional y si se logrará un acuerdo que no solo beneficie al comercio de dátiles, sino también a la estabilidad regional.