El mundo de la exploración espacial está viviendo momentos cruciales con noticias que mezclan avances tecnológicos y desafíos políticos. Mientras Europa enfrenta retrasos en sus pruebas de reutilización de cohetes, la NASA realiza ajustes importantes para la misión Artemis II. Pero hay una sombra que se cierne sobre estos proyectos: el posible cierre del gobierno de EE. UU. a finales de mes, que podría afectar gravemente a docenas de misiones científicas de la agencia espacial. En Ars, seguiremos de cerca esta situación en los próximos días, pues el futuro de la exploración lunar y más allá podría depender de decisiones políticas en Washington.
En el ámbito empresarial, Rocket Lab anunció planes para recaudar hasta 750 millones de dólares mediante la venta de acciones comunes, según reporta MSN. Este nuevo programa reemplaza un acuerdo anterior que permitía a la compañía vender hasta 500 millones de dólares en acciones. Bajo ese esquema previo, Rocket Lab ya había vendido aproximadamente 396.6 millones de dólares en acciones antes de finalizar el programa. La estructura actual permite a la empresa vender acciones periódicamente a través de agentes designados, quienes pueden actuar como principales o intermediarios. Esta oferta más grande indica que Rocket Lab busca fortalecer sus reservas de efectivo para apoyar el desarrollo continuo de sus servicios de lanzamiento, incluyendo el cohete de capacidad media Neutron y sus operaciones de fabricación de naves espaciales. Curiosamente, las acciones de la compañía cayeron aproximadamente un 10% después del anuncio.
Por otro lado, Astra apunta a mediados de 2026 para el debut de su cohete Rocket 4, según Space News. En la conferencia World Space Business Week en París, Chris Kemp, director ejecutivo de Astra, confirmó que la compañía está en camino para un primer lanzamiento en verano de 2026 desde Cabo Cañaveral, Florida. Kemp destacó el progreso que Astra está logrando, incluyendo pruebas de un nuevo motor desarrollado para la primera etapa del vehículo, que produce 42,000 libras de empuje. Dos de estos motores impulsarán la primera etapa, mientras que la etapa superior utilizará un solo motor Hadley producido por Ursa Major. Este avance marca el regreso de Astra al mercado de lanzamientos después de algunos reveses anteriores.
Mientras tanto, la misión Artemis II de la NASA parece avanzar lo suficiente como para mantener posible un lanzamiento en febrero próximo, siempre que cualquier cierre gubernamental no se prolongue por semanas. Estos desarrollos nos recuerdan que la exploración espacial es una danza delicada entre innovación tecnológica, financiamiento adecuado y estabilidad política. Cada avance, cada retraso y cada ajuste nos acerca o aleja de ese futuro donde la humanidad se expanda más allá de nuestro planeta azul.

