Cuando pensé que ya nada podría sorprenderme en el mundo de la fotografía móvil, llegó el vivo X200 Ultra para desmentir esa creencia. Un viaje a Shenzhen, Dongguan y Hong Kong me brindó la oportunidad de poner a prueba este innovador dispositivo, que desafía los límites tradicionales de la fotografía con smartphone. Lo más atrevido de mi aventura fue dejar en casa mis cámaras mirrorless y depender exclusivamente del X200 Ultra para capturar la esencia de mi recorrido.
Una de las características más impresionantes del vivo X200 Ultra fue su capacidad para rendir en situaciones complejas, como la fotografía callejera. Hong Kong, con su ambiente caótico y lleno de contrastes, fue el escenario perfecto. Su facilidad para ser sacado discretamente del bolsillo y ajustar la focal deslizando el dedo, me permitió capturar momentos espontáneos sin romper la dinámica natural del lugar. La versatilidad del X200 Ultra, con sus focales nativas de 35 mm y 85 mm, ofreció una experiencia cercana a la de una cámara profesional, con un nivel de detalle y naturalidad sorprendentes.
El complemento del kit fotográfico opcional, que incluye un teleobjetivo externo, llevó al X200 Ultra al siguiente nivel. Durante un evento de presentación, desafió a la distancia con un zoom que sería envidiado por cámaras tradicionales. Aunque su diseño voluminoso requería sacrificios, el resultado fue impresionante: imágenes detalladas y bien definidas, incluso a grandes distancias. Sin embargo, el software, aún en desarrollo para usuarios occidentales, dejó espacio para mejoras, sobre todo en términos de integración y traducciones.
En conclusión, el vivo X200 Ultra ha demostrado que la fotografía móvil puede competir con cámaras más robustas, al menos en escenas cotidianas y de eventos. Aunque no tiene la pretensión de reemplazar equipos profesionales para todas las situaciones, ofrece una alternativa muy atractiva para quienes desean viajar ligeros. Fue una experiencia que cambió mi percepción y me dejó con el deseo de volver a tener en mis manos este prometedor dispositivo. Quién diría que un móvil podría llegar a calibrarse tan fino en el arte de la fotografía.