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Reporte educativo que pide uso ético de la IA contiene más de 15 fuentes falsas

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En un giro irónico que parece sacado de una novela de ciencia ficción, un importante documento de reforma educativa en Canadá ha sido descubierto utilizando al menos 15 citas académicas falsas, precisamente mientras aboga por el uso ‘ético’ de la inteligencia artificial en las escuelas. El caso, reportado inicialmente por CBC News, ha generado un intenso debate sobre los riesgos de confiar ciegamente en la tecnología sin los controles adecuados.

El documento titulado ‘Una visión para el futuro: transformación y modernización de la educación’, presentado el 28 de agosto como hoja de ruta para la modernización del sistema educativo de Newfoundland y Labrador, incluye referencias a investigaciones que simplemente no existen. Una de las citas más llamativas hace referencia a una película del National Film Board llamada ‘Schoolyard Games’ de 2008, que según un portavoz de la institución nunca se produjo. Lo más curioso es que esta cita falsa parece haber sido copiada directamente de una guía de estilo de la Universidad de Victoria, documento que utiliza ejemplos ficticios precisamente para enseñar a los estudiantes cómo formatear referencias correctamente.

Aaron Tucker, profesor asistente de la Memorial University cuya investigación se centra en la historia de la IA en Canadá, confirmó a CBC que no pudo encontrar numerosas fuentes citadas en el reporte a pesar de buscar en la biblioteca universitaria, bases de datos académicas y Google. ‘La fabricación de fuentes al menos plantea la pregunta: ¿esto provino de IA generativa?’ comentó Tucker. ‘Ya sea que sea IA o no, fabricar fuentes es una señal reveladora de inteligencia artificial’. El problema de las citas académicas falsas generadas por IA no es nuevo, pero su aparición en un documento oficial de esta envergadura resulta particularmente preocupante.

Este incidente sirve como recordatorio crucial de que, si bien la inteligencia artificial ofrece herramientas poderosas para la educación y la investigación, su implementación requiere supervisión humana meticulosa y protocolos de verificación rigurosos. La paradoja de un documento que promueve el uso ético de la IA mientras posiblemente utiliza esta misma tecnología de manera poco ética nos obliga a reflexionar sobre la importancia de mantener el criterio humano en la era digital. La lección es clara: la tecnología debe servir como complemento a nuestra inteligencia, nunca como sustituto.