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Lluvias desde el caribe: un río atmosférico nos visita

dramatic lightning strike over houses at night
Photo by Guillaume Boulanger on Pexels.com

Un fenómeno meteorológico fascinante y a la vez inquietante nos aguarda para el final de la semana: un río atmosférico está en camino para dejar huella en amplias zonas de la península. ¿Su origen? El Caribe. Y es que la humedad tropical no se quedará solo en aquellos parajes paradisíacos, sino que ha decidido seguir un viaje transatlántico gracias a la fuerza de una corriente en chorro que apunta directamente hacia nosotros.

Este fenómeno, caracterizado por ser una especie de ‘río de humedad’ que se desplaza en la baja troposfera, resulta en lluvias intensas que pueden extenderse por millas de distancia. Las imágenes meteorológicas muestran que la humedad del Caribe ha cruzado el océano Atlántico, y aunque las lluvias son solo una parte del efecto, podríamos experimentar un ascenso en las temperaturas conforme el sistema se acerque. La meteorología local anticipa que entre el sábado por la noche y el domingo, el ‘aguacero’ podría comenzar a manifestarse, particularmente en el noroeste de la península.

Para entender mejor, pensemos en estos ríos atmosféricos como corredores de humedad capturados y arrastrados por los vientos ecuatoriales. Igual que sus homólogos en el Pacífico, este fenómeno es bastante común en llevar precipitaciones a regiones como la costa oeste de Norteamérica. Es increíble considerar que esta amplia corriente de agua en los cielos pueda cruzar océanos, pero la intensidad de la corriente en chorro hace posible que se desplace de manera eficiente hacia Europa.

Aunque por el momento la calma parece persistir, se sugiere finalmente estar preparados para un cambio hacia un clima más húmedo, especialmente si se reside en el tercio noroeste de la península. Asimismo, los modelos meteorológicos de instituciones como el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas proponen que las lluvias podrían seguir presentes en parte del territorio en los días siguientes, modificando de forma temporal nuestras rutinas.

Al final, mientras esperamos los previsibles aguaceros, nos encontramos reflexionando sobre el poder y la frecuencia de estos ríos atmosféricos. Estos maravillosos, aunque a veces caóticos, eventos naturales ejemplifican la interconexión de nuestras regiones y climas a una escala que apenas llegamos a entender. Nos dejan preguntando si, en tiempos de cambio climático, estos fenómenos se volverán la norma más que la excepción, y cómo podremos adaptarnos a este nuevo capítulo del clima global.