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Meta protege a los más chicos: su IA evitará temas delicados

holding a smartphone with the threads app with the meta platforms logo in the background
Photo by Julio Lopez on Pexels.com

¡Qué tal, amigos! Hoy les platicamos sobre un tema súper importante: la seguridad de los niños en el mundo digital. Resulta que Meta, la empresa detrás de Facebook e Instagram, anunció que va a entrenar a su inteligencia artificial (IA) para que no hable con menores de edad sobre temas sensibles, como el suicidio, los trastornos alimenticios o la autolesión. ¿Por qué este cambio tan importante? Pues porque una investigación de Reuters reveló que antes, ¡los chatbots de Meta podían tener conversaciones románticas o incluso sensuales con niños! Se filtró un documento interno donde se veían las guías que permitían este tipo de interacción, lo que causó una gran indignación y llevó a Meta a cambiar sus políticas.

Esta noticia nos recuerda lo importante que es proteger a los niños en línea. No solo se trata de Meta, sino de todas las empresas que desarrollan tecnologías de inteligencia artificial. Los chatbots, aunque super útiles, pueden ser fácilmente manipulados. Recordemos el caso de Adam Raine, un adolescente que murió por suicidio y del que se alega que mantuvo largas conversaciones con ChatGPT sobre el tema. La demanda presentada contra OpenAI pone de manifiesto la urgencia de crear chatbots más seguros, especialmente para los menores que pueden ser más vulnerables a estas interacciones. Se necesita más investigación y un mejor desarrollo de las políticas de seguridad para proteger a los niños del daño potencial que puede generar una IA no regulada.

Ahora, Meta está tomando medidas para mejorar la seguridad de sus chatbots. Además de evitar conversaciones inapropiadas, la empresa planea derivar a los niños a servicios de apoyo profesional si detectan que necesitan ayuda. También están limitando el acceso a chatbots personalizados con características sexuales. Estos son pasos importantes, pero es solo el comienzo. Se necesita una mayor colaboración entre empresas, legisladores y expertos para desarrollar lineamientos éticos que protejan a todos los usuarios, pero sobre todo, a los más vulnerables. La responsabilidad no solo recae en las compañías tecnológicas, sino en nosotros como usuarios responsables de navegar de manera consciente el mundo digital. Sigamos hablando de esto, que es un tema que nos afecta a todos.