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La música en el quirófano: Un aliado inesperado para cirujanos y pacientes

doctors in surgery room
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La música, ese lenguaje universal que nos acompaña en momentos de alegría, tristeza o incluso concentración, ha encontrado un lugar insospechado dentro de los quirófanos. No solo sirve para ambientar el espacio, sino que estudios recientes han demostrado su impacto positivo en los procedimientos quirúrgicos y en la recuperación de los pacientes. Pero, ¿cómo es posible que unas simples melodías puedan influir en algo tan complejo como una cirugía? Vamos a explorar este fascinante tema.

En primer lugar, la música ha demostrado ser una herramienta eficaz para reducir el estrés y la ansiedad, tanto en el equipo médico como en los pacientes antes de someterse a una operación. Este efecto calmante puede crear un ambiente más relajado en el quirófano, lo que, en teoría, podría contribuir a un mejor desempeño del personal médico. Sin embargo, no todo son beneficios; algunos estudios sugieren que la música podría causar distracciones durante las rutinas quirúrgicas, lo que plantea un interesante debate sobre su uso adecuado en este contexto.

Por otro lado, los beneficios postoperatorios de la música son igualmente impresionantes. Investigaciones que abarcan 73 estudios y cerca de 7.000 pacientes han encontrado que la música puede reducir la percepción del dolor, disminuir la necesidad de analgésicos, aliviar la ansiedad, aumentar la satisfacción del paciente y hasta acortar la estancia hospitalaria. Además, en cirugías cerebrales donde el paciente debe permanecer despierto, la música ha servido como una herramienta para evaluar funciones críticas como el habla o el movimiento, asegurando que las áreas vitales del cerebro no sean dañadas durante la intervención.

En conclusión, la música en el quirófano va más allá de ser un simple acompañamiento; es un elemento que puede mejorar significativamente la experiencia quirúrgica tanto para los profesionales de la salud como para los pacientes. Aunque su uso debe ser cuidadosamente considerado para evitar posibles distracciones, sus beneficios son innegables. Quizás en el futuro, veremos protocolos estandarizados que incluyan la música como parte integral del proceso quirúrgico, demostrando una vez más que el arte y la ciencia pueden ir de la mano para mejorar nuestras vidas.