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Alicia Bárcena: Liderazgo Ambiental con Perspectiva Feminista

Alicia Bárcena se ha convertido en uno de los referentes más destacados en el ámbito del desarrollo sostenible y la diplomacia ambiental. Durante más de cuatro décadas, su carrera ha estado marcada por la búsqueda incansable de una justicia ambiental que contemple la equidad de género y la sostenibilidad. En su reciente regreso a la Secretaría de Medio Ambiente de México, Bárcena ha planteado la necesidad de implementar una política ambiental feminista que eleve las voces de las mujeres que, históricamente, han sido las guardianas del conocimiento de la biodiversidad.

Con una experiencia en los pasillos de Naciones Unidas y su papel fundamental en la CEPAL, Bárcena ha llevado adelante iniciativas que integran la protección del medio ambiente con la justicia social. Ante los desafíos presentes, como el cambio climático y la escasez de agua, Bárcena reivindica la importancia de ampliar las áreas protegidas, fortalecer la participación comunitaria y asegurar la inversión en tecnologías sostenibles. Su visión humanista de la ecología se refleja en la apuesta por una transición energética justa que incluye tanto al sector público como al privado, buscando siempre el equilibrio entre desarrollo y conservación.

A pesar de las dificultades, como un presupuesto limitado y la resistencia de ciertos sectores, Bárcena se muestra optimista en alcanzar los objetivos establecidos para este sexenio. Su compromiso con el agua, tan crucial en un país que enfrenta severas sequías, es emblemático de su enfoque integral: desde la recuperación de ríos hasta la regulación de las concesiones para el uso de este recurso vital. En sus propias palabras, es tiempo de escuchar a quienes han sido invisibilizados y de trabajar juntos para construir un futuro donde la justicia ambiental y social sean inseparables.

El liderazgo de Alicia Bárcena es un recordatorio poderoso de que las soluciones a los problemas más urgentes del planeta requieren enfoques inclusivos que aprecien las contribuciones de todas las voces, especialmente las de las mujeres. Su visión para una política ambiental feminista podría allanar el camino hacia un mundo más equitativo y sostenible. Solo trabajaremos armónicamente con la naturaleza cuando comprendamos que, al igual que el medio ambiente, la equidad de género no es negociable.