Consejos para tratar la dermatitis atópica

Los primeros meses del año son clave para establecer los hábitos que nos ayudarán a hacer cambios de largo plazo y aunque la salud siempre está en la lista, dejamos fuera de las prioridades el cuidado preventivo de la piel. La dermatitis atópica es la patología alérgica más frecuente de la piel; generalmente inicia en los primeros meses de vida, con tendencia a desaparecer durante los años escolares, y en algunos casos, persiste desde la infancia hasta la edad adulta, de acuerdo con el Consenso mexicano para el diagnóstico y tratamiento de la dermatitis atópica en adolescentes y adultos.[1]

¿Qué rol pueden jugar los hábitos en la evolución de la dermatitis atópica?

La dermatitis atópica requiere de una serie de estrategias que combinan tanto el tratamiento médico, la conciencia del cuidado de la piel en los pacientes, como el apoyo de familiares para lograr la adherencia de largo plazo.[2] Al repetir de forma constante un comportamiento y volverlo habitual, se genera un sentido de satisfacción y auto control, reforzando la autoconfianza.  

La Dra. Karina Santana recomienda los siguientes hábitos para tomar el control de la dermatitis atópica:

Visitas regulares al dermatólogo para tener un diagnóstico oportuno:

Planear las visitas al dermatólogo tanto de seguimiento, como en el momento que identificamos algo peculiar en la piel desde picazón, inflamación, prurito o lesiones nos da una ventaja para saber qué acciones tenemos que llevar a cabo para mantenernos saludables. 

“Crear el hábito de consultar al dermatólogo de forma regular tiene un impacto positivo pues la mayoría de las veces la solución a esas molestias requiere algo más que una solución cosmética”

Incorpora el tratamiento a alguna rutina que ya forme parte del día a día:

Uno de los grandes retos es el apego al tratamiento, si el paciente lo interrumpe un par de días o cuando ya se siente mejor, es difícil que retome la disciplina hasta que tenga un siguiente brote.

La solución es agregarlo como un paso previo a una actividad que ya hace el paciente de forma regular,  por ejemplo entre que hace la cama y va a desayunar o antes de lavarse los dientes por la noche. Si esto se repite de forma constante por 90 días, se convertirá en una actividad en automático.

Haz un diario de la evolución del padecimiento:

Existe una carga emocional que va de la mano con padecimientos como la dermatitis atópica, llevar un diario ayuda a que puedas documentar el proceso desde la parte anímica hasta la evolución de los síntomas. La dermatitis atópica es un padecimiento crónico, puede controlarse con el tratamiento adecuado.

Celebren los logros cotidianos:

Incorpora un ritual cada que notes una mejoría en el proceso, ya sea una semana sin rascar las lesiones o que empiece a disminuir el brote.

El cuidado de la dermatitis atópica es un proceso donde el progreso sucede por etapas, poner metas de corto plazo son un gran motivador para mantener hábitos saludables. Desde los primeros 30 días de apego al tratamiento, una semana sin rascar las lesiones; recompensa todo el esfuerzo logrado. 

De acuerdo a Charles Duhigg, autor de El Poder del Hábito y ganador de un premio Pulitzer, una de las formas más sencillas para hacer de una actividad un hábito es con 3 sencillos pasos (ciclo de los hábitos). Primero está la señal , el detonante que informa a nuestro cerebro que puede poner el piloto automático  y el hábito que ha de usar. Luego está la rutina, que puede ser física, mental o emocional. Por último está la recompensa, que ayuda a nuestro cerebro a decidir si vale la pena recordar en el futuro ese bucle en particular. Con el tiempo ese bucle se va volviendo más y más automático.[3]  

Mientras más rápido exista un diagnóstico, más sencillo será crear hábitos de cuidado, que se traducirán en una mejora significativa en la calidad de vida y autoestima.


[1] Consenso mexicano para el diagnóstico y tratamiento de la dermatitis atópica en adolescentes y adultos. Rev Alerg Mex. 2018;65 Supl 2:s8-s88

[2] Ídem  

[3] Duhigg Charles, 2012, El Poder de los Hábitos, España, Editorial Urano, p. 39 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.